martes, 4 de junio de 2013

El precio del llamado de Dios!!

"No llegarás a ver realizados tus sueños a menos que estés dispuesto a pagar el precio."

Hasta el día de hoy muchas veces me he preguntado lo que es ser Cristiano. Creo que muchos creen que el simple hecho de ir a una iglesia ya nos convierte en Cristianos y nos olvidamos que en la biblia dice: "No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino sólo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo." (Mt 7.21)
Esa es la razón por la cual vemos tantos "cristianos" cuya vida es solo de palabra mas no de hechos.
Cuando Dios nos llama a cada uno de nosotros lo hace con el fin de  que cambiemos para agradarle. Un ejemplo digno de citar es la vida del Apóstol Pablo. Antes de ser Cristiano el era un hombre importante e influyente, de repente recibió el llamado de Dios. Pablo pudo haber continuado con su misma vida aún después de escuchar el llamado de Dios, sin embargo él tomo LA DECISIÓN de aceptar el llamado que el Señor le estaba haciendo... ¿Cómo? Abandonando muchas cosas como su status social, sus amistades e incluso le dio la espalda a aquellas personas que lo acompañaron durante toda su vida con el fin de responder al llamado del Señor. Así lo expresa Pablo en su carta a los Corintios: “…He trabajado más arduamente, he sido encarcelado más veces, he recibido los azotes más severos, he estado en peligro de muerte repetidas veces. Cinco veces recibí de los judíos los treinta y nueve azotes. Tres veces me golpearon con varas, una vez me apedrearon, tres veces naufragué, y pasé un día y una noche como náufrago en alta mar. Mi vida ha sido un continuo ir y venir de un sitio a otro; en peligros de ríos, peligros de bandidos, peligros de parte de mis compatriotas, peligros a manos de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el campo, peligros en el mar y peligros de parte de falsos hermanos. He pasado muchos trabajos y fatigas, y muchas veces me he quedado sin dormir; he sufrido hambre y sed, y muchas veces me he quedado en ayunas; he sufrido frío y desnudez. Y como si fuera poco, cada día pesa sobre mí la preocupación por todas las iglesias” (2 Corintios 11.23-28 NVI).

Solo los valientes arrebataran el Reino de los Cielos... ¿Estas dispuesto a pagar el precio por seguir a Jesus?



No hay comentarios:

Publicar un comentario